"El presupuesto: eficiencia del gasto
Un hecho llamativo en el sistema finlandés es la eficiencia del gasto en educación: el gasto global de educación de Finlandia es casi comparable al de Francia (casi un 7% del PIB) La ausencia de una administración central gracias a la descentralización podría ser un elemento para explicar por qué – prácticamente con los mismos recursos económicos de otros países europeos - los finlandeses consiguen tan buenos resultados: los medios, si bien son parecidos, se distribuyen de manera mucho más eficiente para mayor beneficio de los alumnos.
Ritmos de aprendizaje adaptados a los niños
A partir de 7 años los niños comienzan el aprendizaje de la lectura. Antes, en el jardín infantil (1 a 6 años) y en la educación preescolar (de 6 a 7 años) el objetivo es despertar las aptitudes de los niños, sus habilidades y curiosidad. Cada día se dedica a una disciplina (música, deporte, actividades manuales o artísticas, lenguaje, matemáticas), pero los niños trabajan solo durante la mañana, siempre de manera muy activa / atractiva. La tarde está reservada al juego.
Así, el aprendizaje inicial se logra sin tensión ni presiones, con la preocupación constante de estimular y motivar, de tal forma que el alumno se mantenga receptivo, atento. Si un niño muestra disposiciones particulares, se le da la oportunidad de aprender a leer antes (6 años). En cambio, y con acuerdo de los padres, los profesores pueden dejar a un niño hasta los 8 años en el jardín si no está listo para la lectura.
La repetición de año está, en principio, proscrita por la ley; pero puede ser propuesta de manera excepcional, pero siempre debe ser aceptada por el alumno y por
su familia. En subsidio, se organizan sistemáticamente grupos de apoyo para los alumnos que muestran dificultades en las materias de estudio, y, en la clase misma disponen de un auxiliar para apoyarlos. Este auxiliar funciona como un profesor – ayudante.
La jornada de trabajo respeta el ritmo biológico de los niños y evita el cansancio inútil. Hasta los 16 años – cuando termina la escuela obligatoria - las sesiones se limitan a 45 minutos y se entrecruzan con períodos de descanso de 15 minutos durante los cuales los alumnos pueden caminar libremente por los pasillos, conversar en las salas de descanso, jugar o usar los computadores del establecimiento.
Detección temprana de desventajas y problemas de aprendizaje
Para adaptarse lo mejor posible a las necesidades de cada niño, los finlandeses tienen establecida una detección precoz y sistemática de los problemas de aprendizaje y de alumnos con diversas desventajas. Desde el jardín infantil, los alumnos se someten a una serie de pruebas. Los que tienen más problemas pasan al primer grado de escuela básica asistiendo a clases especializadas con solo 5 alumnos por clase, con profesores preparados para atenderlos. Las clases para niños “con necesidades educativas especiales” se dan en escuelas comunes, lo que permite integrarlos a ciertos cursos “normales” cuando esto es posible (trabajos manuales, música, deporte – naturalmente, cuando no se trata de una desventaja física). Cuando los problemas son menores, se prefiere la integración total, con todos los medios técnicos necesarios para favorecerla. Así, en la enseñanza media un niño sordo puede seguir todos los cursos gracias a un dispositivo receptor - emisor portátil, con el cual se equipa tanto al alumno como a todos los profesores que tienen a ese alumno en sus cursos.
Los profesores especializados están presentes en todos los colegios de enseñanza media para dar una ayuda a los alumnos que tienen dificultades en algunos cursos o en parte de ellos. La cantidad de alumnos que se permite, para una clase con estos profesores, no excede de 5. Cuando superaran los problemas estos alumnos se reincorporan a su curso normal. Los profesores especializados están también presentes tanto en los liceos humanistas – científicos como técnico - profesionales.
En cuanto a los alumnos que no hablan el finés, se hace lo necesario para garantizar su integración. Finlandia tiene una de las tasas más bajas de inmigración de Europa (2%); pero, desde la caída de la URSS, el número de inmigrantes rusos fue en aumento. Para enfrentar este problema se creó un establecimiento fino – ruso en la región fronteriza. Los recién llegados no sólo se benefician de un curso de finés intensivo sino que cuentan también con un ayudante bilingüe que los acompaña en todos los cursos - uno para cada cinco alumnos – para darles las claves necesarias para la comprensión.
Alto promedio de atención a los alumnos
La atmósfera familiar es notoria en el jardín infantil. El número de adultos en el jardín infantil es suficiente para garantizar una estrecha relación con cada niño: tres auxiliares de preescolar más un ayudante para cada grupo de 12 niños de entre 1 y 3 años; 2 profesores calificados, un auxiliar de preescolar y un asistente para un grupo de 21 niños de edades entre 3 y 6 años. Todo se toma en cuenta… como la elección de los muebles y el ritmo de las actividades, para evitar tensiones innecesarias a los niños.
¿Y cuál es la tasa de acompañamiento adulto a medida que se avanza en los cursos? En los primeros años de la escuela obligatoria (Educación Básica, de 7 a 13 años), el número de alumnos por clase no debe sobrepasar de 25, aunque puede haber excepciones. En el liceo, los grupos se forman en función de la inscripción de los alumnos: el tamaño de los grupos es variable pero no es raro ver grupos de cursos técnico – profesionales con 6 ó 7 alumnos. Desde la escuela básica, e incluso en la enseñanza media, hay auxiliares de educación que colaboran con el profesor en la misma clase o se hacen cargo de grupos reducidos de alumnos que necesitan ayuda particular. Cuando aquí hablamos de auxiliares debe entenderse que son personas con calificación profesional específica; no tienen equivalencia con los auxiliares de escuelas y liceos chilenos donde están a cargo de los llamados “servicios menores”.
En la enseñanza media los colegios tienen consejeros presentes a tiempo completo en el establecimiento… ¡un consejero para 200 alumnos!, lo que les permite estar disponibles para todos los alumnos que acudan a consultarlos buscando orientación. Aunque el alumno no lo necesite, debe visitar a su consejero al menos dos veces al año.
Alumnos activos y comprometidos
En Finlandia los alumnos no tienen las llamadas clases magistrales… donde el profesor habla y los alumnos “escuchan y toman apuntes”… Los alumnos, solos o en grupos siempre están en actividad, mientras los profesores motivan la participación y se mantienen atentos a las demandas de los niños. El profesor es un recurso, entre otros. En una clase de finés las paredes están cubiertas con estantes de libros; todas las salas tienen retroproyector, computador, su video proyector, TV y lector de DVD. Todos los medios para poner a los alumnos en contacto con los conocimientos son buenos y los alumnos son constantemente motivados para construir un sentido a su medida a partir de todo lo que tienen a su alcance. Nada de obligación, nada de pesadez. "No se puede forzar a los alumnos; es necesario darles posibilidades diferentes para aprender, para adquirir competencias – dice el director de un colegio" Por eso reina en las clases una atmósfera de sana cooperación donde cada uno está en su lugar y tiene un papel en la construcción colectiva del conocimiento."
Autor: Prof. Bartolomé Yankovic Nola, Editor
Fuente: Editorial Universidad de Talca - Portal Educativo