sábado, 10 de septiembre de 2011

La Fe

Los que quieren incursionar en metafísica tienen que poseer o se tienen que crear un auto clima de ese perfume devocional que es la FE.
Sin ella no es posible avanzar ni un milímetro. En la Biblia se dice si no tienes fe como un grano de mostaza, no conoceréis el reino de los cielos.
La fe es imprescindible para ello, ya que es como si fuera una puerta por donde entran los acontecimientos que se explican en metafísica. Si dicha puerta no está abierta nada llegará desde el cielo, cielo, tomado como concepto no como sustantivo abstracto...


En el cielo-concepto suponemos que moran los santos, debemos considerar el cielo como un enorme océano sin límites, y aquí es donde se trastrocan los conceptos físicos y virtuales, ya que el cielo fue siempre considerado por el humano como un sustantivo, solo existe en la gramática, pues el mismo es un inmenso campo magnético o estancias de determinadas frecuencias vibratoria, porque en el Universo todo Vibra, y los santos son Maestros de Divina Sabiduría que ya han pasado las etapas de las encarnaciones y en esos Planos están al servicio de la Jerarquía Divina, ellos se pueden comunicar con nosotros los humanos mortales, pero si la puerta de la fe está cerrada, es decir si somos incrédulos esa comunicación no se puede realizar.

Por lógica si ellos son los Maestros tienen una sabiduría superior al común de los humanos, si nosotros queremos acceder a la misma, debemos aceptar que Ellos moran allá, ya dijimos que no es un lugar físico, eso lo aceptamos desde los tiempos sin tiempos, que las cosas son así .

Se produce en nosotros una relajación no física sino emocional, esto hace que esta vibración (la emocional) gire hacia el lado de la comprensión, del amor, de la pasividad, de la bonanza, permitiendo que otras vibraciones afines lleguen a nosotros, con conceptos de Luz que como un Sol están irradiando los Seres Superiores desde sus Planos, para que los captemos y las transformemos en formas y palabras físicas para nuestro mundo material.

Lo contrario sucedería si esta maravillosa acción de nuestro corazón, y nuestra emoción está vibrando en un tenor de baja frecuencia, de egolatría, de incredulidad, de conceptos sin Luz, entonces no podremos captar las vibraciones que llegan de Planos Superiores, perdiéndonos la oportunidad de adelantarnos espiritual y materialmente.

Espiritualmente porque no realizamos ningún progreso para nuestra ascensión, y materialmente porque los conceptos de nuevas ideas con Luz que podríamos recibir desde los Planos elevados para beneficio de la humanidad, son obstruidos por nuestro egoísmo, incredulidad, nuestra personalidad humana que por Libre Albedrío hemos adoptado.

En este momento crucial para la humanidad, están llegando esas Enseñanzas maravillosas que nos permiten entrar en la Nueva Era.
Los Maestros Ascendidos, que tanto nos aman nos hacen llegar esas Enseñanzas con palabras sencillas y profundas, llenas de Luz para que también nosotros podamos gozar de un mundo mejor.

Cuando nuestra Fe se acreciente mejor podremos recibir esas vibraciones de amor y sugerencias desde lo Alto. Ellos están esperando que los humanos se pongan en condiciones para que sean verdaderos chelas receptores de sus Enseñanzas, ya que sin ellos los Maestros no tienen como "bajar" las mismas.
Estas maravillosas Enseñanzas que se están recibiendo en cada grupo que no será para solazarse de sino que será un Grupo de Trabajo, para la proyección de las vibraciones de Amor, transmutación, purificación, misericordia, perdón, fraternidad, caridad, curación para su ciudad, para su nación y para el planeta y su humanidad.

La Tarea es de Conocimiento pero con Trabajo, ya que sin él no representará mas que un adelanto intelectual, perdiéndose la gran oportunidad para su progreso espiritual.
La Fe está en lo más recóndito de nuestra alma porque somos una emanación de Dios, pero al tomar materia nos hemos desligado, ahora ha llegado la Hora de volver a religarse en una religión de Conocimiento, sin edificios. La religión del futuro.

"No es el templo que hace santo al hombre, cumple tus deberes para con Dios, y tu propia casa será un templo".

José Ignacio Rigoni


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