lunes, 5 de septiembre de 2011

Educacion en finlandia - parte 4


Una de las características del sistema finlandés es la gran libertad de elección de los alumnos para organizar sus estudios. Esta libertad es progresiva, y está en relación con el grado de madurez de los alumnos. A lo largo de la educación del “ciclo fundamental" (entre 7 y 13 años) los estudios son iguales para todos. Los alumnos comienzan el aprendizaje del inglés a los nueve años; a los 11 pueden elegir otra lengua: alemán, francés, sueco y ruso (El alemán suele ser tener una preferencia claramente mayoritaria).


A partir del nivel 7 (13 años), se introducen algunas materias opcionales, diferentes según los colegios, que definen sus propuestas de acuerdo con las municipalidades. Cada colegio puede elegir la opción en la que hará hincapié o la opción que le dará especificidad. La elección puede hacerse entre Educación Física, Dibujo, Nuevas tecnologías, Música, Lenguas extranjeras.

El alumnado mínimo para abrir una opción es de 16. En el nivel 7, los alumnos pueden elegir dos asignaturas facultativas; 6 en el nivel 8, y 5 en el último nivel de la escuela obligatoria.

El total de las sesiones semanales (incluyendo las de cursos obligatorios y opcionales) no debe exceder de 30 en todos los niveles del colegio. Hasta los 16 años, los alumnos construyen poco a poco su autonomía y desarrollan un sentido de responsabilidad con relación a sus estudios. Para ello, pueden contar con la ayuda de los consejeros. Si bien en el colegio se mantiene el marco de la clase tradicional, en el liceo los alumnos pueden componer enteramente su programa inscribiéndose en cursos cuya relación está disponible en la red informática de su establecimiento y accesible también por Internet.

En los 3 años del colegio, los alumnos deben seguir 75 cursos: 45 son obligatorios, y los otros son completamente opcionales. La clase, como grupo de alumnos, no existe ya. Los jóvenes estarán en configuraciones diferentes según los cursos a los cuales se inscribieron en función de las disponibilidades. Cuando un curso alcanza una determinada matrícula, se cierra la inscripción y el alumno debe inscribirse en el mismo curso pero con otro profesor, o esperar una próxima oportunidad. Algunos profesores que conocieron el sistema tradicional de clases aún en vigor hasta hace 20 años en el colegio, extrañan este concepto de grupo constituido y definido para un año. Pero los alumnos se adaptan perfectamente al nuevo sistema y le sacan todo el provecho posible. La ventaja para ellos es perfilar mejor el desarrollo de sus estudios, en función de sus aptitudes y de su proyecto de continuación.

El sistema les permite también avanzar de manera modular, según sus capacidades, en las distintas disciplinas. Todo concepto de repetición global, que implique volver a seguir de nuevo materias ya aprobadas, está definitivamente eliminado. Esto implica que alumnos de edades diversas pueden encontrarse en un mismo grupo de nivel. Cada liceo puede desarrollar "líneas particulares de programa" en forma paralela al núcleo duro ("currículo") nacional y que es obligatorio en todas partes. Por eso, en el liceo de Niinivaara, los alumnos pueden seguir un programa intensivo de música o ciencias.
El nivel que alcanzan los alumnos en música es notable; en el liceo mismo presentan espectáculos de gran calidad, no muy lejos del estándar profesional. El director propuso, además, un curso de creación de empresas, lo que aquí llamamos ‘emprendimiento’ que permite a los alumnos realizar un proyecto de dimensión real con todos sus componentes incluido el financiero, porque no se descarta la posibilidad de obtener beneficios económicos.

En la formación profesional existe también una parte de libre elección que corresponde aproximadamente al 8% del conjunto de los cursos evaluados. Los alumnos son estimulados para construir su propio programa de aprendizaje… y existe la posibilidad de completar los estudios en otro establecimiento, en particular. La parte general – común - para la cual se imparte en el mismo colegio.

La amplia autonomía de la que se benefician los alumnos de secundaria constituye indudablemente una excelente preparación para los estudios superiores y permite evitar la enorme grieta que, en otros países, es una de las principales causas del fracaso y abandono escolar en el primer año. En términos concretos, esta articulación de cursos escolares (asignaturas) obligatorias, comunes; y electivas por parte de los alumnos les permite atender una amplia gama de intereses… y poner a los alumnos – ya acostumbrados a organizar su currículo electivo – en mejores condiciones para afrontar con éxito los estudios universitarios."

Autor: Prof. Bartolomé Yankovic Nola, Editor

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